La fatiga de «Zoom». Riesgos laborales del teletrabajo

Zoom

En los últimos meses, dada la situación actual de pandemia en la que nos encontramos inmersos, las reuniones virtuales o videoconferencias a través de plataformas como Zoom se han disparado. Estas han venido motivadas por las nuevas restricciones y protocolos que implican el distanciamiento social.

A raíz de ello se ha generalizado el término “fatiga de Zoom”, esto es el cansancio provocado por las constantes videollamadas. Se han identificado cuatro consecuencias principales que radican en este tipo de reuniones virtuales, que contribuyen al aumento de dicha fatiga.

A través del análisis de estas consecuencias quedan evidenciados algunos de los riesgos laborales del tan extendido teletrabajo. A continuación, se detallan las cuatro razones que propician la fatiga de Zoom y algunas soluciones que pueden llegar a minimizarlas.

Número y tamaño del contacto visual

Tanto la cantidad de contacto visual que se mantiene durante las videoconferencias como el tamaño de las caras de las personas con las que se está hablando a través de la pantalla no son naturales. Frente a lo que ocurre en una reunión presencial, en la que todos los asistentes miran al orador, en las reuniones vía Zoom todo el mundo mira a todo el mundo constantemente.

En este sentido, en las videoconferencias, incluso una persona que es un mero oyente será tratado de manera no verbal como un orador. Esto es así puesto que, aunque dicho oyente no medie palabra en toda la reunión, estará en pantalla contantemente para el resto de asistentes. Esto provoca un aumento exponencial del contacto visual, haciendo en muchos casos aún más estresante la experiencia de hablar en público.

Otra fuente de estrés nace del tamaño de la pantalla ante la que nos encontremos. Un tamaño excesivo de las caras en pantalla puede generar incomodidad, llegando a invadir el espacio personal de uno, ya que en la vida real tal cercanía se interpreta como situación intensa.

Para solucionar esta cuestión en plataformas como Zoom se recomienda no utilizar la opción de pantalla completa, así como reducir la ventana para minimizar el tamaño de la cara de los interlocutores.

Vista de uno mismo

Las plataformas como Zoom durante las videollamadas muestran una ventana de como se ve uno mismo durante la reunión, algo totalmente antinatural. Al vernos contantemente, somos más autocríticos. Esto no ocurre en la vida real pues no se cuenta con un espejo constantemente enfrente.

La vista continua de uno mismo durante horas y días consecutivos puede llegar a ser estresante y agotador. Las principales consecuencias negativas se encuentran en el plano emocional.

En este sentido sería pertinente que estas plataformas cambiasen la práctica predeterminada de mostrarnos a uno mismo, ahorrando el paso que algunos desconocen de “ocultar la vista propia”.

Reducción de la movilidad

Las conversaciones que se mantienen en persona, por teléfono o por mensajes de audio permiten a las personas caminar, moverse o simplemente estar de pie durante ellas. Sin embargo, cuando se mantiene una videollamada, dado el campo de visión establecido por las cámaras, las personas se ven obligadas a permanecer en un mismo lugar, generalmente sentados.

Esto limita el movimiento natural durante horas, favoreciendo el sedentarismo. Durante las reuniones online se debería tener en cuenta, como recomendación, el cambiar la posición de la cámara o el teclado para obtener una mayor flexibilidad, e incluso, si se es el orador, dar nuestra explicación de pie como se haría en una reunión en persona. Durante las videoconferencias también es posible apagar la cámara de manera puntual para darnos un descanso no verbal.

Mayor carga cognitiva

Durante las reuniones o las interacciones en persona la comunicación no verbal se ejecuta de manera natural, así como lo es interpretada por el receptor. Sin embargo, en las reuniones vía Zoom, el esfuerzo para tratar de entender o que se entiendan nuestras señales no verbales será, irremediablemente, mayor.

Los gestos también cobran diferentes significados durante las reuniones online. Una mirada de reojo en persona puede ser entendida de manera rápida e inequívoca, sin embargo, esa misma mirada online puede tener un significado que nada tiene que ver con la reunión y si con lo que ocurre en la habitación desde la que se está conectado.

Para mitigar estos efectos de las reuniones online es posible, una vez más, recurrir y darse un descanso del vídeo, optando por la opción de “solo audio” durante periodos de tiempo determinados a lo largo de la reunión que se esté manteniendo.

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La situación de pandemia actual en la que nos encontramos ha obligado a un gran número de empresas y organizaciones a implementar el teletrabajo. Por este motivo hoy más que nunca trabajar con una herramienta en la nube es una de las mejores soluciones con las que se puede contar.

En este caso, el Software ISOTools Excellence trabaja en la nube, por lo que cualquier persona que tenga acceso a la herramienta podrá acceder desde cualquier parte del mundo. Tan solo es necesario un dispositivo electrónico y conexión a internet.