¿Cómo diagnosticar los riesgos psicosociales con ISO 45001?

Riesgos psicosociales

No cabe duda de que trabajar es, sin duda, mejor para la salud psicológica y social de las personas que estar desempleado. No obstante, la falta de salud psicológica y social en el puesto de trabajo tiene un importante costo humano. El declive de la salud mental de un trabajador tiene un gran impacto sobre la organización, sobre la sociedad y sobre la economía, lo que se traduce en costos tanto directos como indirectos.

En esta línea, cabe definir los riesgos psicosociales como aquellos aspectos que tienen relación con el desempeño del trabajo, así como con la organización y gestión de los contextos sociales y ambientales, que tienen el potencial para causar daño físico, social o psicológico sobre las personas.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT), por su parte, define los riesgos psicosociales como la interacción entre el trabajo, el entorno, la satisfacción laboral y las condiciones físicas de la organización, por un lado. Por otro, se consideran las capacidades de los trabajadores, sus necesidades, su cultura y su situación personal fuera del trabajo. Las percepciones y experiencias del trabajador o trabajadora pueden influir en su salud, desempeño y en su satisfacción laboral.

Causas de los riesgos psicosociales

Teniendo claras las principales definiciones de riesgos psicosociales, es posible establecer un acercamiento con las principales causas tanto organizacionales como ambientales que contribuyen a la aparición de estos:

• Estrés laboral, social y familiar.
• Acoso laboral, incluyendo victimización y humillación.
• Situaciones que incluyen agresividad o conflictos laborales.
• Elevadas exigencias laborales sin que el trabajador o trabajadora en cuestión cuente con las competencias necesarias o con la formación adecuadas para el puesto.
• Dificultades para conciliar la vida laboral con la familiar.
• Incremento de la carga de trabajo, que desemboque en situaciones de fatiga, dolores de cabeza o cualquier tipo de patología muscular o articular.
• Minusvaloración del propio rol dentro de la empresa o poca utilización de las habilidades.
• Poca autonomía en el trabajo.
• Largas jornadas de trabajo a la par que impredecibles.
• Trabajo establecido por turnos.
• Mala ergonomía en el puesto de trabajo. Esto puede materializarse a través de una disposición desordenada o excesivamente congestionada; una iluminación deficiente; presencia de polvo; incomodidad como consecuencia de la temperatura; o altos ruidos, entre otros elementos. La falta de ergonomía puede conducir a una disminución de la concentración a la hora de trabajar.
• Uso de máquinas peligrosas que puedan suponer un riesgo potencial.
• Presencia de un liderazgo poco funcional, que se encuentre mal preparado, que sea arbitrario y confuso. Esto dará lugar a un perfil incapaz de organizar y de dirigir a las personas de su equipo.
• Problemas de comunicación, tanto formal como informal.
• Presencia de situaciones de discriminación.
• Ausencia de reconocimiento profesional cuando precise.
• Remuneración inferior a lo esperado en base a un puesto concreto.
• Puestos de trabajo precarios y precariedad laboral en general, dando lugar a situaciones de estrés e incertidumbre acerca del futuro laboral.

Las causas de riesgos psicosociales pueden aparecer tanto en el medio como en el largo plazo, lo que darán pie a consecuencias diversas y heterogéneas, que pueden afectar tanto a los trabajadores y trabajadoras, como a la organización.

Consecuencias de los riesgos psicosociales

Esta serie de consecuencias que pueden presentarse en diferentes áreas como es la psicológica, fisiológica, conductual y organizacional, son la clave para poder diagnosticar los riesgos psicosociales en el interior de una empresa.

• A nivel psicológico las consecuencias de los riesgos psicosociales se materializan en forma de depresión, ansiedad, pesimismo, agotamiento, insomnio, angustia, cansancio mental o cambios de humor, entre otros.
• A nivel fisiológico las consecuencias aparecen mediante somatización. Esto implica síntomas gastrointestinales, cardiovasculares, sexuales y neurológicos. Además, puede darse insomnio frecuente o disminución de la micción, entre otros.
• A nivel conductual pueden aparecer situaciones de aislamiento social, agresiones verbales y físicas, o incluso conflictos comunicativos.
• A nivel organizacional las consecuencias también pueden ser perjudiciales. Los riesgos psicosociales se materializarán en forma de desmovilización, desmotivación y aumento del ausentismo. Es muy frecuente la pérdida de calidad en el servicio prestado, como consecuencia de la disminución de los niveles de desempeño y productividad. Asimismo, puede darse un aumento de los incidentes y los accidentes de trabajo físicos. En último término, los riesgos psicosociales darán lugar al deterioro del clima organizacional y generarán un mal ambiente de trabajo.

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