¿Cuáles son los inconvenientes que encuentra un técnico de prevención de riesgos laborales?

Riesgos laborales

Hace un tiempo escribimos un artículo en el que hablamos sobre los motivos por los que ser técnico en prevención de riesgos laborales, y durante el día de hoy queremos hablar sobre los motivos que existen para no ejercer cómo técnico en prevención de riesgos laborales.

Puede ser que todos estos motivos no sean tan tajantes como para renunciar a esta profesión tan apasionante, aun así queremos que los conozcan.

Los diez motivos serían los siguientes:

Responsabilidad

Los técnicos en prevención de riesgos laborales asumen una gran responsabilidad en el desarrollo de su trabajo. Primero la responsabilidad directa sobre la salud e integridad de los trabajadores sobre los que se incide. Cada técnico en prevención tiene una responsabilidad moral cada vez que ocurre un daño en la salud de un empleado de alguna de las empresas en la que se encarga de la prevención. Dicha responsabilidad es la que hace que te preguntes si después de un accidente como técnico podrías haber hecho algo más. A eso, además se le suma la responsabilidad legal que tienes como técnico, que es bastante importante. Cada día más técnicos de prevención van siendo imputados, y algunos condenados, por responsabilidades en casos de accidentes graves.

Mala imagen

La prevención de riesgos suele generar mala imagen. Las empresas en general ven al técnico como la persona que viene a controlar si cumplen con las normas de seguridad. Los organismos de control ven al técnico como el chivo expiatorio que no hace bien su trabajo y al que hay que pedir responsabilidades de lo que pueda pasar. Para los trabajadores y sindicatos, el técnico trabaja para la organización y sus intereses. Y, al mismo tiempo, la empresa piensa que el técnico trabaja solamente para los intereses de los trabajadores.

Presión

Los técnicos en prevención de riesgos laborales sufren una gran presión. Por la propia responsabilidad que asumen y, sobre todo, por la presión de las entidades en cuanto a carga de trabajo y objetivos, en particular en los servicios de prevención ajenos. La mercantilización de la prevención ha llevado a que los técnicos de los servicios de prevención de riesgos laborales ajenos se encuentren cada vez más presionados para conseguir objetivos económicos para la entidad para la que trabajan. Por otro lado, los técnicos tienen que hacer mayor número de actividades en menos tiempo, lo que obliga a minimizar la calidad de los trabajos.

Remuneración

La remuneración que reciben los técnicos en prevención, normalmente, son mejorables en muchos casos.

Burocracia

Esto obliga a los técnicos a invertir mucho tiempo y esfuerzo en tareas administrativas, de trámites burocráticos y de elaboración de documentos estándar. A pesar del largo debate al respecto que se tiene desde hace años, y diferentes medidas planificadas para resolverlo, la situación no parece haber mejorado mucho.

Carga de trabajo

La mayoría de los técnicos tienen que asumir hoy en día que trabajan para servicios de prevención ajenos. La mercantilización de los servicios ha llevado a que se eleve la competencia, lo que hace que, para optimizar los recursos, los técnicos cada vez tengan más carga de trabajo con el mismo tiempo.

Amplitud de conocimientos

Es necesario contar con gran cantidad de conocimientos para ejercer de forma adecuada con las tareas y las funciones de técnico de prevención. Hay que comprender aspectos de arquitectura, de ingeniería, derecho, química, estadística, psicología, pedagogía, gestión empresarial, recursos humanos y otros más.. En la mayoría de los casos, un técnico realiza prácticamente todas las tareas del ámbito preventivo. No suele haber especialización. El mismo técnico hace evaluaciones de riesgo, planes de emergencia, mediciones higiénicas, estudios psicosociales, análisis ergonómicos, imparte formación preventiva en todo tipo, etc. En parte es un aliciente la amplitud de áreas de conocimientos para los profesionales que se dedican y se quieren dedicar a la prevención, pero es muy difícil abarcar todo de forma adecuada y ello puede suponer estrés en los profesionales al no sentirse suficientemente preparados para realizar diferentes trabajos.

Reconocimiento

Los técnicos en prevención se sienten poco reconocidos por las empresas, los trabajadores, las organizaciones sindicales, incluso por sus propias entidades de prevención para las que trabajan. A eso se le añade la inexistencia de colegios profesionales de técnicos de prevención y de asociaciones de los mismos con influencia suficiente para poder defender de forma adecuada los intereses de los profesionales.

Competencia

Existe una gran competencia entre los profesionales de la prevención. En los últimos años se ha generalizado y extendido mucho la formación para ejercer como técnico en prevención. Entre los técnicos superiores, los técnicos intermedios y los técnicos de prevención de riesgos salidos de los módulos de formación profesional, etc. Hay que reconocer que la máster por los cuales se obtiene la formación que capacita para ejercer de técnico no son especialmente exigentes. A esto, además, debemos añadirles que alguna empresa ha optado por la autogestión de la prevención de riesgos laborales.

Valía del trabajador

La dificultad de ponderar la valía del trabajo realizado por los técnicos de prevención de riesgos laborales. La prevención es muy difícil de cuantificar, la estadística de siniestralidad laboral, como saben, no es un fiel reflejo de labor que desempeñan los técnicos. Los accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales dependen de diferentes factores y, en la mayoría de los casos de diferentes responsables, que hace muchas veces difícil de controlar su prevención, y mucho menos por el técnico ajeno a la organización. Los servicios de prevención valoran a sus técnicos en función de la cantidad de actividades que llevan a cabo, cuantificada en la documentación generada y en el número de visitas realizadas.

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